Nuestra Historia
Todos creímos que Chirpy empezó en el 2020, pero la verdad es que comenzó en una casa del barrio Limonar, aquí en Cali, hace más de 35 años, con una niña que, al igual que ustedes, jugaba con el maquillaje de su mamá. De niña, me pintaba los ojos azules como Leidy Leidy y la boca roja para jugar. En mi casa siempre he sido la del alma colorida y el espíritu emprendedor. He vendido brownies, velas, hecho manicures, blowers y también trabajé en algunas de las mejores empresas de este país.
En Alumina, de la mano de un gran jefe, logramos crear el área de trade marketing, cuando en Colombia el concepto ni siquiera se conocía. Luego, en Alpina, conocí a mujeres y hombres maravillosos que se levantan todos los días por su familia y su futuro. Es una empresa colombiana donde aprendí sobre calidad y cómo construir una marca que un país entero lleva en el corazón. En Johnson & Johnson aprendí a cuidar los detalles y a hablar el lenguaje del amor.
Todo esto solo me preparó para tener las herramientas y seguir el ejemplo para crear una empresa, pero la fuerza llegó el 18 de julio del 2012 a la 1:45 de la tarde. Se llama Mariana.
Ese día entendí que quería dedicar mi tiempo a ella, verla crecer y hacer de ella un buen ser humano. Esa ha sido mi misión desde hace 12 años. Por eso decidí emprender. Comencé con una marca de comida saludable, donde aprendí lo importante que es cuidar cada cosa que comemos y ponemos en nuestro cuerpo. Piqeniqe me regaló nueve años de explotar mi creatividad cada día: de inventar, fallar, ganar, de vender ensaladas a hacer galletas para el Banquete del Millón, y de ahí, preparar 7,000 platos de pasta para Juancho Correlón. Conocí gente increíble que me enseñó, me retó y me acompañó, hasta que el mundo se paró.
El 17 de marzo del 2020 llegó la pandemia y, con ella, el miedo, la incertidumbre y la soledad. Luchamos como gatos patas arriba para defender nuestra marca. Todo para que ese tiempo encerrados fuera más divertido y pudiéramos seguir mandando amor a nuestras familias. Hicimos pan, bolsas de dulces, kits de tortas, mazapán para los niños, etc. Un millón de gracias por habernos acompañado.
En medio de tanto tiempo libre, decidí cumplirle el sueño a esa niña que se pintaba los ojos como Leidy Diana y que de pequeña aprendió que el maquillaje tiene el poder de transformar su día.
El 12 de agosto del 2020 surgió la idea: “Anita, ¿y si hacemos nuestra propia marca de maquillaje?”. Esto resonó en mi cabeza. Era una idea loca, no tenía nada que ver con comida, como Piqeniqe, pero pensé: si ya hice recetas, puedo hacer fórmulas. ¿Qué tan difícil puede ser? Resultó que la cosmética natural tiene su propio "Dios". Como en la cocina, la temperatura, los ingredientes y el amor con el que se haga se reflejan en el resultado.
Estudié, pregunté, ensayé, soñé y fallé. Fallé muchas veces. La fórmula no funcionaba, las mantecas no emulsionaban, los envases no eran los que quería. Pero la niña de ojos azules y labios rojos que sigue aquí no dejó que me rindiera. Nos prometimos crear una marca de maquillaje como las de la televisión: de labios rojos, pieles luminosas y mejillas rosadas, pero con ingredientes 100% naturales, que cuidara a los animales que tanto amamos, que fuera buena para este planeta donde vivimos nuestra historia y tan pura que no pudiera hacerle daño a nadie.
Hoy Chirpy Makeup está en Colombia, en más de 35 tiendas. Con Amazon llegamos a Estados Unidos. Tenemos más de 18 productos, tal como los soñamos: 100% naturales, veganos, sin pruebas en animales. Encontramos los envases, reutilizamos cajitas de galletas y cafe, y hacemos nuestros propios empaques. Aprendimos a reírnos juntas a través del lente de una cámara, dejando trucos y "trucazos" para un maquillaje fácil, rápido y divertido, pensado para mujeres 100% reales.
Nuestro sueño hoy se siente más real. Desde Cali, Colombia, le contamos al mundo que cientos de mujeres llevan en sus cosmetiqueras, con orgullo, una marca colombiana de maquillaje natural, como las que veíamos de niñas en televisión.
Gracias por ser parte de esta Historia.
Ana Maria Orozco G